miércoles, 12 de febrero de 2014

El conocimiento os hará libres



De esta frase de Sócrates me valgo para realizar mi particular crítica a la sociedad en la que me ha tocado vivir.
A simple vista, las cadenas parecen irrompibles, un obstáculo importante en nuestra meta: ser ciudadanos críticos, atadas al libro que no nos deja leer, siendo una barrera al conocimiento, a la crítica, al escepticismo. “Dios creo nuestro cuerpo y todo lo que hizo fue bueno. Pero, para ellos había algo que era mucho mejor que todas las hermosas flores, los grandes árboles y los ricos aromas del Edén: sabían que Dios los amaba mucho. Dios les dijo que podían hacer todo lo que quisieran. Solo había una regla que tenían que cumplir, podían comer del fruto de cualquier árbol del jardín, menos de uno, el árbol del conocimiento del bien y del mal. El hombre y la mujer entendieron muy bien esta regla.” (La Biblia). Como se puede observar, en esta cita de la biblia, ya se ponían barreras al conocimiento incluso en los comienzos de la tierra de los que habla el génesis, hablando de árbol de conocimiento del bien y del mal, siendo algo que el hombre no debía conocer, por interés en este caso del que tenía el poder, siendo castigados cuando accedieron a ese conocimiento. Por lo tanto, el interés por mantener alejados a los ciudadanos del conocimiento no es nada nuevo, pero con los avances que tenemos, cada vez les resulta más difícil mantener al rebaño de ovejas. Este aspecto, queda reflejado con el reloj, el cual introduce un elemento más moderno, dándole un sentimiento de actualidad, del hoy, y queriendo transmitir que estamos en disposición de hacer con nuestra mente lo que queramos, que nadie nos va a reprimir ni obstaculizar nuestro camino a ser ciudadanos críticos en la sociedad en la que vivimos.